viernes, 26 de diciembre de 2014

Cuentos completos, de Evelyn Waugh


Aunque el adjetivo wavian o waughiano todavía no se ha generalizado, cualquier lector de Evelyn Waugh sabría identificarlo sin ninguna duda. Porque el mundo de Waugh, repleto de esnobs y de aristócratas decadentes y estúpidos, que se mueven en una sociedad superficial y son descritos con un frío humor en el que el sarcasmo se mezcla con la brillantez estilística, es un mundo que, por muy lejos que nos quede, ya conocemos de primera mano.

En estos Cuentos completos nos encontramos a Waugh en su expresión más destilada. Desde unos relatos infantiles con más interés fetichista que literario hasta unos cuentos finales en los que el autor sigue manteniendo la causticidad de sus mejores épocas, el lector quizá no encuentre una evolución palpable, pues el tono siempre es el mismo, pero sí podrá disfrutar de toda la gama de maldades e ironías que Waugh, o el ser humano, es capaz de desplegar.



En este recorrido por waughlandia nos podemos topar con viejos conocidos, como Charles Ryder, el narrador de Retorno a Brideshead, a quien aquí nos encontramos en la universidad, otro de los lugares predilectos de Waugh para desarrollar su mala baba; o al Basil Seal de Merienda de negros y otras novelas del autor, que aquí aparece en el último relato que Waugh escribió, y en el que no es difícil encontrar algunos rasgos autobiográficos.

Aparte de esos cuentos experimentales en los que Waugh, probó diversas técnicas cinematográficas aplicadas a la narración, o de algún relato muy curioso como La Europa moderna de Scott-King, en el que la primera España franquista queda retratada en todo su absurdo, quizá la historia más sorprendente de todas sea Compasión, y no solo por sus valores puramente literarios, sino porque en él descubrimos que quizá Waugh incluso tenía un corazoncito. Severo y en apariencia desalmado, es extraordinario comprobar en este relato sobre refugiados judíos al final de la Segunda Guerra Mundial que quizá Waugh también podía albergar sentimientos de fraternidad.

Editorial RBA
Traducción de Luis Murillo Fort

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