miércoles, 15 de julio de 2015

En pos de la flama, de Samantha Power


Con En pos de la flama descubrimos que la vida de Sergio Vieira de Mello se puede confundir con la historia de la ONU de los últimos cuarenta años. Como enviado a cargo de diferentes tareas en lugares tan diversos, en los que el único punto en común era el conflicto, como Líbano, Camboya, Kosovo, Timor Oriental o Irak, Vieira de Mello asistió a escenarios en los que la lucha por la vida era una cuestión de primera necesidad y, con todas las limitaciones que se le puedan achacar, puso todo su empeño en, como dice el subtítulo del libro, salvar el mundo.

Samantha Power, actual embajadora de los Estados Unidos ante la ONU y personaje de notable influencia en las últimos y trascendentales logros de la administración de Obama en materias diplomáticas, escribió En pos de la flama cuando tan solo era una periodista y profesora universitaria, por lo que no sería difícil inferir la influencia de Vieira de Mello en su propia biografía: desde luego, sería arduo encontrar un mejor modelo a seguir.

Y eso que el libro de Power no es una hagiografía ni un panegírico. Pues si no oculta su admiración ante su biografiado, tampoco elimina las partes más discutibles de la personalidad y la carrera de Vieira de Mello. Acusado a menudo de complaciente, de ponerse siempre del lado de los poderosos y de una peligrosa concomitancia con genocidas de diverso pelaje (se le llegó a conocer como “el amigo de los señores de la guerra” o “Serbio”), en su vida personal Vieira de Mello siempre puso su trabajo por delante de su familia.

Pero por encima de estas cuestiones, Power valora su capacidad para transformar el mundo. Y para mejor. Como antiguo estudiante izquierdista (nada menos que participó en el 68 parisino), Vieira de Mello fue un idealista que pretendía aplicar los más altos principios filosóficos a la política internacional. Pero desde muy pronto (empezó a trabajar para la ONU con apenas veinte años) se dio cuenta de que su intransigencia moral no llevaba a ninguna parte y empezó a aplicar un pragmatismo que puede resultar menos ambicioso, pero desde luego mucho más beneficioso para las personas que pretendía ayudar.




En este recorrido apasionante por la vida de Vieira de Mello el lector no solo le acompañará por sus aventuras, mucho más poderosas en cuanto reales, sino que irá aprendiendo con él las lecciones de la política internacional (grandes principios) aplicadas a la vida cotidiana (su aplicación desentimentalizada). Si en Líbano todavía creía que había que tomar partido, para cuando llegó la guerra de Kosovo Vieira de Mello ya había comprendido que lo más útil era dejar aparte las consideraciones más personales y simplemente tratar de hacer lo mejor para las víctimas.

Sin lugar a dudas esto supone establecer un precario equilibrio entre las propias convicciones y la actuación ante las parte en conflicto, no siempre resueltas con fortuna. Quizá el momento más crítico se produjo con la invasión de Irak, que planteaba cuestiones tan peliagudas como la necesidad de una guerra justa frente a la manipulación en propio beneficio, la voladura del consenso internacional frente a la necesidad de actuar o la obligación de ayudar aún cuando las condiciones son las perores imaginables, sin las menores garantías de seguridad.

En las estremecedoras últimas páginas de En pos de la flama Power describe de manera descarnada la muerte de Vieira de Mello, que simbólicamente se produjo bajo las ruinas del edificio de la ONU. Al igual que pasó con la figura de Vieira de Mello, la ONU ha sido acusada de todos los males, desde incompetencia a complicidad con asesinos en masa. Pero, como el mismo Vieira de Mello les recordó a los intelectuales que clamaron contra su inoperancia durante la independencia de Timor Oriental y la posterior masacre indonesia: ¿qué habéis hecho vosotros? ¿qué haríais vosotros? Sí, la ONU tiene muchas carencias y su historial está repleto de manchas, pero es que no se trata tanto de tener una ONU más eficaz que consiga un mundo mejor como de tener un mundo mejor que haga una ONU más eficaz.

Editorial Penguin

Edición en español de Fondo de Cultura Económica

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