martes, 10 de septiembre de 2013

Las vidas de Joseph Conrad, de John Stape


Con una cantidad ingente de documentos a disposición y testimonios de todo tipo, a menudo las biografías se convierten en unas descripciones tan minuciosas que sabemos qué desayunó cada día de su vida el protagonista del libro. Pero lo normal es que el lector no esté interesado hasta ese punto en conocer los entresijos cotidianos del biografiado. Por eso es de agradecer la labor de síntesis de John Stape respecto a JosephConrad. Sin perder en precisión ni pasar por alto ningún hecho relevante, convierte su libro en un retrato accesible y completo de uno de los más grandes escritores en inglés de los últimos 150 años.

Stape también reconoce en el prólogo a Las vidas de Joseph Conrad que su libro no es un estudio literario. Sus apreciaciones sobre la obra de Conrad son escuetas y generales. Stape se centra en ese complejo, admirable, imperfecto ser humano que fue Conrad. Con un cuidado equilibrio, el autor evita caer en la hagiografía, pero tampoco se decanta por las biografías viperinas tan de moda últimamente. Ofrece un semblante matizado gracias al cual podemos conocer a la persona y valorar sus esfuerzos para conseguir un lugar en el mundo, sin que se nos prive de conocer sus aspectos más cuestionables.




El amplio círculo de amistades y conocidos de Conrad también facilita que a través del libro el lector recorra un amplio panorama de la vida intelectual británica de finales de la época victoriana y principios del siglo XX. Desde gigantes de las letras como Henry James o Ford Madox Ford hasta una caterva de tipos de todas las clases hoy olvidados, la profesionalidad e ironía de Stape nos permite atisbar más allá de la figura de Conrad y conocer un mundo fascinante.

Desde el principio el escepticismo de Stape también desmonta algunos mitos que han rodeado a Conrad (como, por poner un ejemplo cercano, su colaboración con los carlistas como contrabandista de armas). Tan poco de fiar son las reseñas de sus conocidos como las numerosas cartas del propio Conrad, por lo que queda es una ardua labor de criba, confrontación, investigación y resumen. Y Stape nos franquea un acceso confiable y de lectura feliz.

Editorial Lumen
Traducción de Ramón Vilà

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