Pocas novelas nos parecen
más apetecibles para leer este verano que el último título de Ian McEwan: Sweet Tooth (Goloso). Si los libros de McEwan suelen mantener
un arriesgado equilibrio entre ligereza y capas de profundidad, temas
frívolos y tratamientos descarnados (o temas trascendentes y tono
relajado), su regreso al género de espionaje más de 20 años
después de El inocente es un regalo que no se puede dejar escapar.
Desde la enunciativa
primera frase del libro hasta su brillante final (que, de manera
circular, casi obliga a volver a empezar la novela: lo que sabemos
ahora da una perspectiva totalmente diferente), McEwan comienza a
jugar con el lector. Aunque jugar quizá implique un componente
condescendiente injusto. Porque McEwan es el maestro de la
manipulación, pero nunca hace trampas y las pistas están ahí para
quien esté alerta. Sin embargo, reconocemos que por muy atentos que
estuviéramos, y por muy avisados de las artes audaces del autor, a
nosotros nos volvió a pillar.
Tras unos primeros pasajes
en los que se retrata la vida de Serena Frome (que rima con plume)
una joven inglesa, talentosa pero no extraordinaria, cuando conocemos
su círculo familiar, sus estudios y sus primeras relaciones
amorosas, se llega al meollo de la cuestión: el ingreso de Serena en
el MI5. Hasta aquí todo más o menos esperado. Pero entonces se
empiezan a producir sucesos de difícil explicación y un aparente
progreso en la carrera de Frome que abre unas ricas posibilidades de
intriga y emoción.
Da la impresión de que
McEwan ha disfrutado escribiendo el libro, poniéndose retos y
metiéndose en todos los jardines que le aparecían por el camino. El
lector comparte este regocijo recorriendo una historia que en su
placidez general depara sorpresas a cada vuelta de la esquina. Y hay
romanticismo del bueno, y mucho humor. Vamos, McEwan en su mejor
estado de forma.
Como curiosidad, nos
gustaría señalar que uno de nuestros colaboradores escribió antes
que McEwan una novela titulada El espía abstracto con exactamente el
mismo punto de partida que Sweet Tooth, solo que situando su
escenario en España. Mientras llega la traducción del libro de
McEwan, los interesados en descubrir esta peculiar novela pueden
conseguir una copia a través de Amazon.
Editorial Jonathan Cape
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