viernes, 16 de agosto de 2013

Sweet Tooth, de Ian McEwan



Pocas novelas nos parecen más apetecibles para leer este verano que el último título de Ian McEwan: Sweet Tooth (Goloso). Si los libros de McEwan suelen mantener un arriesgado equilibrio entre ligereza y capas de profundidad, temas frívolos y tratamientos descarnados (o temas trascendentes y tono relajado), su regreso al género de espionaje más de 20 años después de El inocente es un regalo que no se puede dejar escapar.

Desde la enunciativa primera frase del libro hasta su brillante final (que, de manera circular, casi obliga a volver a empezar la novela: lo que sabemos ahora da una perspectiva totalmente diferente), McEwan comienza a jugar con el lector. Aunque jugar quizá implique un componente condescendiente injusto. Porque McEwan es el maestro de la manipulación, pero nunca hace trampas y las pistas están ahí para quien esté alerta. Sin embargo, reconocemos que por muy atentos que estuviéramos, y por muy avisados de las artes audaces del autor, a nosotros nos volvió a pillar.



Tras unos primeros pasajes en los que se retrata la vida de Serena Frome (que rima con plume) una joven inglesa, talentosa pero no extraordinaria, cuando conocemos su círculo familiar, sus estudios y sus primeras relaciones amorosas, se llega al meollo de la cuestión: el ingreso de Serena en el MI5. Hasta aquí todo más o menos esperado. Pero entonces se empiezan a producir sucesos de difícil explicación y un aparente progreso en la carrera de Frome que abre unas ricas posibilidades de intriga y emoción.

Da la impresión de que McEwan ha disfrutado escribiendo el libro, poniéndose retos y metiéndose en todos los jardines que le aparecían por el camino. El lector comparte este regocijo recorriendo una historia que en su placidez general depara sorpresas a cada vuelta de la esquina. Y hay romanticismo del bueno, y mucho humor. Vamos, McEwan en su mejor estado de forma.

Como curiosidad, nos gustaría señalar que uno de nuestros colaboradores escribió antes que McEwan una novela titulada El espía abstracto con exactamente el mismo punto de partida que Sweet Tooth, solo que situando su escenario en España. Mientras llega la traducción del libro de McEwan, los interesados en descubrir esta peculiar novela pueden conseguir una copia a través de Amazon.


Editorial Jonathan Cape

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