Pese a que la literatura israelí contemporánea posee grandes nombres reconocidos internacionalmente (destaca el trío formado por Amos Oz, David Groosman y Abraham B. Yehoshúa), da la sensación de que sus escritores siempre son juzgados por cuestiones que van más allá de lo literario. Al conocer a Etgar Keret, autor más joven que los citados y uno de los más leídos en su país, el lector no podrá evitar permanecer ajeno al contexto político, pero se verá tan sorprendido y golpeado por sus extrañas historias, que bien podría pasar por un escritor de ciencia ficción.
Solo que en los relatos que conforman La chica sobre la nevera no hay monstruos del espacio exterior ni científicos que crean máquinas fabulosas, sino un conjunto de personajes que se comportan con aparente normalidad, hasta que de repente, y sin que se produzca un quiebro en la narración, lo extraordinario sucede. Como si tal cosa.
Los relatos de Keret son breves piezas de entre tres y cinco páginas a través de las cuales el lector se ve asaltado por todo tipo de sensaciones... en la mayoría de los casos violentas. Un tema que se repite en el libro es la magia y los magos. En un sentido entre metafórico e irónico, se podría elegir como representativo El truco del sombrero, relato en el que un mago que anima fiestas infantiles deja su trabajo después de sacar de su chistera la cabeza de un conejo. Solo la cabeza.
Son cuentos neuróticos que retratan un mundo incomprensible, dominado por la violencia gratuita y la imposibilidad del humanismo. También hay humor y desesperación. Quizá lo más aconsejable no sea acabarlo del tirón, sino ir dosificando su lectura y acercarse a sus cuentos con precaución cuando nos sentamos necesitados de una buena sacudida emocional.
Editorial Siruela
Traducción de Ana Bejarano
No hay comentarios:
Publicar un comentario