viernes, 6 de septiembre de 2013

La esposa imperfecta, de W. Somerset Maugham



Con el paso del tiempo, la mayor debilidad de W. Somerset Maugham quizá se haya convertido en su mejor cualidad. Como le pasa a muchos escritores británicos, una vez enfrentado a los grandes temas, su incapacidad para tomarse nada en serio hace que prevalezca la ironía y que lo que podría haber sido una gran novela se quede en novelita.

En sus obras más ambiciosas, como El filo de la navaja o Servidumbre humana, Maugham apartó ese pudor en busca del “gran tema”, y por eso hoy estas novelas son más difíciles de apreciar. Pero cuando cubría sus narraciones con un velo de sarcasmo y las inyectaba con buenas dosis de superficialidad, las dotaba de un encanta que todavía perdura.




La esposa imperfecta (traducción libre de Cakes and Ale) es una muestra del mejor Maugham (al parecer era su novela preferida). Como novela en clave ya no tiene mucho sentido, pues muchos de sus personajes son difíciles de identificar, pero como relato de los cambios de una sociedad encorsetada y como retrato de unos personajes marginales y transgresores, sigue teniendo plena vigencia.

La estructura de la novela puede parecer deslavazada, llena de meandros y sin un punto focal preciso. Pero es que lo más placentero de la lectura está en el punto de vista de su narrador (una vez más, un trasunto de Maugham), sus descripciones puntillosas y malvadas, sus caracterizaciones siempre afiladas, su buen gusto y su manera de dar la vuelta a los lugares comunes.


Editorial Zeta
Traducción de M. E. Antonini



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