jueves, 10 de abril de 2014

La educación de Oscar Fairfax, de Louis Auchincloss


Desde nuestra perspectiva, no parece que el ambiente de los ricos abogados y hombres de negocios de la Costa Este americana sea el mejor lugar para cimentar una formación ética. La hipocresía puritana, la avidez por el dinero y un clasismo rancio no son el caldo de cultivo más apropiado para fomentar un comportamiento honrado. ¿O sí? Porque si de lo que se trata es de sacar lecciones provechosas, un comportamiento poco edificante puede ser tan útil como un modelo de santidad.

Louis Auchincloss convierte cada capítulo de La educación de Oscar Fairfax en un pequeño cuento moral en el que es el lector quien debe sacar sus propias conclusiones. No hay moralejas ni respuestas obvias, sino planteamientos complejos que exigen reflexión y una difícil coherencia. Podemos sentirnos alejados de ese entorno en el que se mueven el exitoso abogado Fairfax y su círculo familiar y de amistades, pero en el fondo los dilemas morales siguen siendo los mismos en cualquier lugar del mundo: comportarse de manera recta muchas veces implica apartarse del camino establecido.




El libro de Auchincloss toma como explícita referencia La educación de Henry Adams, pero en este caso Oscar Fairfax tiene una presencia más patente. Es cierto que en muchas ocasiones adopta el papel de observador, que cada cuento tiene como figura central a otros personajes, pero Fairfax no se priva de dar sus opiniones y de intervenir directamente en la resolución de los dilemas. De cada peripecia, aunque le pille de refilón, Fairfax, y con él el lector, dará un paso más en su formación “espiritual”.

La educación es, pues, un libro ambicioso, pero de una llamativa facilidad. Con una extensa carrera literaria a sus espaldas, Auchinclos es capaz de escribir con una suavidad que se transforme en pura exquisitez para el lector. Hay que tener una muy ajustada técnica para lograr que el mecanismo de la escritura se transforme en un flujo natural, y Auchincloss se maneja en este apartado con la misma soltura que en las fiestas más refinadas de Nueva York.

Editorial Libros del Asteroide
Traducción de Pilar Mañas Lahoz


No hay comentarios:

Publicar un comentario