Hasta ahora sabíamos que
las canciones de los trovadores estaban en el origen de la poesía en
lenguas romances, pero con Vida y amores de los trovadores y sus damas descubrimos que también fueron el embrión de la novela
occidental. Las recopilaciones por escrito de la obra de estos
autores medievales se completaron con vidas y razós,
que consistían respectivamente en un perfil biográfico del
compositor y en una explicación de los textos.
La mayoría de estas vidas
eran apuntes muy breves y estereotipados, muchas veces repetidos,
otros de magra información (“cantaba muy mal”), y no pocas veces
fantasiosos hasta la inverosimilitud, cuando no contradictorios. Y
sin embargo, como explica Martín de Riquer, suponen una fuente única
para conocer a estos creadores, pioneros de la historia de la
literatura. El autor dejó de ser un personaje totalmente anónimo
para convertirse en un ser real y conocido.
En Vida y amores también
podemos conocer más extensamente las vicisitudes de algunos
trovadores especialmente destacados, como Bertran de Born, un
aventurero que vivió mil y una batallas, que se enfrentó a su
propio hermano, a todos sus vecinos y a varios reyes de Inglaterra.
Formó alianzas y las rompió con la misma facilidad. Y mientras, se
convirtió en uno de los trovadores más famosos de su época. Si su
obra sigue siendo apreciada, su figura pasó a la inmortalidad
precisamente al aparecer en el Infierno de Dante.
A lo largo de 173
semblanzas y a lo ancho del sur de Francia, Cataluña y el norte de
Italia, el lector de Vida y amores se solaza en divertidas anécdotas;
se estremece con truculentas historias, como la de Ramon de Castell
Rosselló, quien dio de comer a su infiel esposa el corazón de su
amante; y admira la pasión romántica y recurrente de enamorados
dispuestos a cruzar el mundo para ver el rostro de aquella a la que
ya ama de oídas.
Editorial
Acantilado
No hay comentarios:
Publicar un comentario