El
Secreto de las Fiestas lo tiene todo para convertirse en una novela
de culto. Porque si en apariencia puede pasar por una novela juvenil
más, de esas con adolescentes que se sienten raros, en realidad es
un prodigio en el que Francisco Casavella puso lo mejor de sí mismo.
No es de extrañar que, partiendo de una primera versión más
convencional, quisiera darle un nuevo toque. Al igual que el propio
lector, el autor se dio cuenta del material explosivo que tenía
entre manos, y vaya que no desaprovechó la oportunidad.
Por
supuesto, lo primero que habría que destacar es el humor. Los
hallazgos cómicos son constantes y de una irreverencia liberadora.
Daniel, el chico que nunca sonríe, y mucho menos es capaz de reírse,
sin embargo tiene el don de provocar carcajadas continuas. Su visión
de la realidad está tan distorsionada que cuando intenta reflejarla
provoca un absurdo irresistible. No es casualidad que en algún
momento su padre le compare con Buster Keaton: comparte con este
genio la misma impasibilidad ante todo lo que le rodea, y así
multiplica el efecto cómico.
Daniel,
el raro, el gallego, tiene una voz tan personal como identificable. A
lo largo de las páginas del libro va descubriendo el mundo como si
nadie antes que él hubiera pasado por esos hitos que marcan el
carácter y el destino. Su expresividad es ya de por sí todo un
logro. Casavella le dota de una verborrea dinámica y brillante, que
sin embargo no suena impostada. El lector atento descubrirá multitud
de claves y referencias casi ocultas, que transforman una novela de
formación en una experiencia única.
Sería
fácil buscar parecidos con personajes míticos de la literatura
adolescente, como Holden Caulfield, o quedarse en la evocación de un
periodo (finales de los 70) y unos lugares (la Barcelona “moderna”),
pero El Secreto de las Fiestas no es una novela limitada por sus
referentes. Es una obra tan personal que nos parece ver a Casavella
mucho más allá de su breve cameo. Y cuando un autor sabe contar una
historia que tiene tan dentro, sin necesidad de que haya en ella
atisbo alguno de autobiografía, es capaz de escribir un libro que no
pasará de moda.
Editorial
Debolsillo
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