Como su propio título
indica, la novela Los recuerdos está estructurada a través de
diversas rememoraciones. La historia principal es la de la relación
del protagonista, un aspirante a novelista bastante perdido, con sus
familiares y su novia, a los que representa como seres creados por su
memoria, caracterizados por las escenas que han marcado su vida.
Pero en la novela de David Foenkinos también aparecen los recuerdos de personajes célebres de
todo tipo, desde Serge Gainsbourg hasta Claude Lelouch, cuyas
anécdotas tienen un valor sentimental o reflexivo sobre el recuerdo;
y otros personajes secundarios que narran sus pequeñas historias
como si se tratara de fábulas.
Lo más curioso es que el
libro en sí también parece un recuerdo, un reflejo, de multitud de
novelas y películas francesas. Es como si el lector ya hubiera leído
el libro y ahora se limite a recuperar sensaciones, a reconocer una
historia clásica y de aroma inconfundiblemente romántico. En el
mejor de los casos, incluso podrá reconocerse a sí mismo.
El éxito de Foenkinos
entre los lectores es fácilmente explicable. La lectura de Los
recuerdos es ágil, las historias familiares y amorosas atrapan y sus
gotas de humor son bienvenidas. Que también goce del favor de gran
parte de la crítica y de los premios literarios se justifica por su
soltura en la narración y su habilidad para encajar todo tipo de
recursos literarios con el descaro de quien se cree el primero en
utilizarlos.
Editorial
Seix Barral
Traducción
de Isabel González-Gallarza
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