El municipio de Hull tuvo
el sentido del humor de promocionarse con el lema “It's Never Dull
in Hull”, es decir, “nunca está nublado en Hull”, pero también
“nunca te aburrirás en Hull”. La gracia está en que Hull es una
de esas típicas ciudades del norte de Inglaterra, por supuesto
siempre lluviosas y que padecen un largo declive industrial que no
las ha convertido precisamente en lo que se tiene en mente al pensar
en diversión.
Por lo tanto, el escenario
de El oscuro invierno ya nos indica el tono que va a tener la novela.
Un ambiente gris, deprimente, de personajes oscuros y ambivalencia
moral. Todo suena familiar, así que el reto de David Mark, curtido durante muchos años como periodista especializado en sucesos, es jugar
con estos arquetipos para plantear algo, si no nuevo, al menos bien
urdido y con estilo.
Este libro es el primero
de lo que se adivina como una larga serie protagonizada por el
sargento McAvoy (ya se pueden hacer apuestas sobre el actor que le
encarnará en la segura adaptación televisiva que llegará). Nuestro
héroe es tan grande en físico como vulnerable anímicamente.
Despreciado por sus compañeros, tendrá que actuar casi en solitario
para imponer su verdad.
Si el personaje principal
tiene los suficientes matices para captar la atención, la trama de
la novela también está bien desarrollada. En un principio parece
que los hechos expuestos no tienen relación, pero pronto, de la mano
de McAvoy, el lector irá descubriendo el retorcido plan que se
esconde tras los en apariencia aleatorios actos criminales. Como
decíamos, no es una revolución del género, pero la base es sólida
y el edificio se sostiene. Nunca te aburrirás con McAvoy.
Editorial
Siruela
Traducción
de Javier Sánchez García-Gutiérrez
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