¿Por qué Jean Echenoz no
ha entrado en la categoría de los autores más leídos del mundo?
Escribe con una sencillez solo al alcance de los escritores más
talentosos; sus novelas se leen con total fluidez, son tan cortas que
se pueden terminar en un par de horas; la narración es impecable y
su sentido del humor ligero; tiene un estilo elegante y sus historias
siempre son atractivas. Así que la única respuesta que se nos
ocurre es bien triste: es demasiado bueno.
Correr es un caso
ejemplar. Tiene como protagonista a Emil Zápotek, uno de los grandes
atletas del siglo XX, que además vivió en una época convulsa. Para
que le hagan un biopic. Echenoz narra su historia con maestría, con
una capacidad para la síntesis y la creación de escenas impecable.
Sin entrar en psicologismos, acabamos por conocer a Emil mejor de lo
que muchos habrían podido transmitir en 500 páginas de
meticulosidad vana.
Y es que, para nosotros,
Echenoz esclarece el camino que sigue gran parte de la mejor
literatura actual, la que sobre todo en Francia ha abierto nuevas
posibilidades de creatividad y que es absolutamente contemporánea.
Sin alardes estilísticos, sin la pesadez de los escritores que
ambiciones desproporcionadas, Echenoz nos demuestra que una narrativa
que combina calidad y entretenimiento es posible.
Editorial
Anagrama
Traducción
de Javier Albiñana
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