Luis Buñuel era en
esencia un hombre contradictorio: ateo y obsesionado con la religión;
contrario a toda moral y burgués irreprochable en su vida privada;
simpatizante de anarquistas y comunistas (ya una contradicción de
por sí), pero alérgico a cualquier compromiso. Con una personalidad
tal, su biografía no podía ser menos que deslavazada, fragmentaria,
incompleta. Por eso, nadie mejor que Max Aub para escribir Luis Buñuel, novela, que ya desde su título indica la permeable
frontera por la que va a transitar el autor.
En la primera parte Aub
esboza unos breves comentarios sobre el contexto histórico para
después incluir largos extractos de entrevistas con Buñuel, que
casi parecen transcripciones. Pese a que cada parte está dividida en
títulos, estos diálogos acostumbran a derivar en recuerdos y
comentarios azarosos que, de alguna manera, contribuyen a formar una
imagen, o mejor dicho, múltiples imágenes sobre Buñuel. Sus
disparates, sus opiniones campanudas y boutades se mezclan con una
personalísima visión del mundo y en el fondo, pese a todas sus
cazurradas, en una búsqueda implacable de la justicia.
En los prólogos Aub ya
advierte de que quien se acerque a este libro pretendiendo saber más
sobre el cine de Buñuel saldrá decepcionado. Y es que aunque una
parte completa está dedicada a hablar de sus películas, el
acercamiento es más superficial que analítico. Después de todo,
Buñuel siempre negó el alcance simbólico de sus películas, es
más, se burlaba de quienes intentaban extraer de sus films alegorías
políticas o sociales. Como dice Aub, todas sus películas son
sencillísimas... o más complejas de lo que pensamos. En cualquier
caso, todo el cine de Buñuel es una gran broma, una higa a la
sociedad. Curiosamente, esto que parece tan evidente, sigue sin
comprenderse del todo.
Luis Buñuel, novela, es
muchos libros en uno, pero sobre todo es dos libros. Porque la última
parte deja a Buñuel despiadadamente de lado. Aub se centra en el
recorrido por numerosas corrientes artísticas, especialmente las
vanguardias, con lo que supuestamente explica la carrera de Buñuel
(y de paso, de él mismo). Es un apartado interesante por sí mismo,
pero que queda un poco como un pegote con una relación superficial
respecto al biografiado. En cualquier caso, hay que destacar la
estupenda labor en la edición de Carmen Peire, que permite recuperar
una obra fundamental para admiradores de Buñuel, de Aub y de las
vanguardias en general.
Editorial
Cuadernos del Vigía
Edición de
Carmen Peire
No hay comentarios:
Publicar un comentario