Si el prestigio de Knut Hamsun ha sobrevivido a su apoyo al nazismo y a la concesión del
premio Nobel, es que sus méritos son a prueba de bomba. Incluso un
obstáculo más aséptico pero todavía más demoledor como el paso
del tiempo parece haber dejado incólume la obra de Hamsun. Descubrir
hoy a Hambre (su primera novela, publicada en 1890) podría suponer una
interesante prueba para un lector que se acercara a ella sin
referencias: muy probablemente la fecharía como una novela
contemporánea.
Porque más allá de las
evidencias cronológicas referentes a costumbres muy marcadas
(trajes, alimentos, transportes), la sensación de desasosiego, de
pérdida, de agobio, son plenamente actuales. El protagonista
de Hambre podría pasar por alguien que vemos a diario, un ser
desesperado, atrapado entre las ínfulas de grandeza y la miseria
cotidiana. Su expresividad, sus delirios, sus sueños, sus pequeñas
humillaciones nos llegan de una manera directa, sin intermediación
literaria ni temporal.
El descenso a los
infiernos se ha convertido en un tópico de la literatura, pero
Hamsun lo expresa de una manera tan desnuda, tan alejada de cualquier
retórica o embellecimiento a través del malditismo, que las
peripecias de su protagonista nos suenan a reales. Incluso por muy
desagradable que el protagonista se ponga a veces, no podemos dejar
de sentir conmiseración. La estructura del libro, reiterativo y
circular, no llega a hacerse monótono, pues cada escena parece un
paso más hacia el vaciamiento absoluto, hacia el abismo.
Y sin embargo, y esto
quizá sea lo más sorprendente de Hambre, en la novela también hay
mucho humor. Los ataques del protagonista, sus propias invenciones
(de hecho, todo el libro puede leerse como una alucinación), sus
encuentros disparatados, suponen una excéntrica mezcla entre
frustrante y burlona, una especie de absurdo existencial que mueve
tanto a la depresión como a la risa. La condición humana expresada
en su más radical ambivalencia.
Ediciones de la Torre
Traducción
de Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario