-¡Pero
si es Lys Hunt!
Aunque la exclamación
fue más para sí misma que un grito de alarma, los otros clientes
que había en la tienda recibieron claramente la información y a su
vez la fueron trasmitiendo, hasta que al parecer nadie en el
mercadillo fue ajeno a la presencia entre ellos de la estrella
televisiva.
Como se había temido,
Lys fue objeto de una demanda masiva de autógrafos y fotos, pero el
barullo que se montó fue tal que, por una vez, sintió verdadero
pánico de ser engullida por sus fans. Rafe, que enseguida detectó
su angustia, intentó por todos los medios sacarla de allí, pero la
masa de admiradores, creyéndole un listo que pretendía colarse, le
apartó todavía más de ella.
Lys proclamó su
agradecimiento y rogó que le dieran algo de espacio, pero la gente
parecía trastornada por una necesidad de acercarse a ella. En
realidad no se trataba de más de veinte o veinticinco personas, pero
Lys cada vez se sentía más preocupada, y sin ver otra alternativa
para salir de allí, comenzó a empujar a sus admiradores, abriéndose
paso a manotazos. La sorpresa que causó esta actitud entre los
peticionarios hizo que se abriera un pasillo por el que Lys salió
corriendo hasta alcanzar Upper Bridge.
Ya fuera del mercadillo
Lys pudo tomar aire y tranquilizarse. Pero por poco tiempo. Cuando se
dio la vuelta comprobó que sus fans, tras recuperarse ellos también
de la impresión de verla huir violentamente, querían continuar con
la caza. En ese momento Lys vio que delante de ella se paraba un
coche de caballos. La situación no podía ser más surrealista.
-Rápido, sube -le dijo
un tipo con barba de una semana y una gorra cutre mientras le ofrecía
una mano para ayudarla a subirse al carruaje.
Lys miró hacia atrás y
vio que la gente cada vez estaba más cerca. Luego miró el coche de
caballos y al hombre que le ofrecía su mano. Se encogió de hombros
y se subió al carruaje.
Disponible en Amazon y Create Space
No hay comentarios:
Publicar un comentario