Además de ser
una de las más grandes escritoras de la actualidad (tal cual, sin
restricciones), Annie Ernaux es también una de las autoras más
destacadas del género que quizá mejor defina la literatura
contemporánea, eso que se suele llamar novela autobiográfica, o
autoficción, y del que ya hemos hablado en varias ocasiones. Por
ello, nada más oportuno que L'ecriture comme un couteau (La
escritura como un cuchillo), una larga entrevista (por email)
entre la autora y Frédéric-Yves Jeannet en el que Ernaux describe
con precisión y detalle su método (aunque ella rechace tal término)
de escritura.
Aunque en
principio habría algún reparo ante tal propuesta. Por una parte, si
los libros de Ernaux son biográficos y su escritura tan limpia,
L'ecriture comme un couteau podría aparecer como redundante:
todo lo que tiene que decir ya está en sus propias obras. Por otro
lado, entendida la entrevista como un manual para escritores o una
guía para lectores, si Ernaux es tan personal y sus libros tan
privados, poco se podría sacar en claro como enseñanza.
Pero estas
objeciones pronto se diluyen. Porque gracias a L'ecriture comme un
couteau podemos penetrar en el proceso de escritura de Ernaux,
tan particular que confiesa que puede escribir unas páginas para no
retomarlas hasta cinco años después, o que lleva un diario de
escritura en el que plasma todas sus dudas hasta el momento mismo en
el que se pone a redactar el libro, o su obsesión ya adivinada para
encontrar el punto de despojamiento máximo, casi el grado cero de
“literatura”.
El autor
incipiente deseoso de aprovechar algunas lecciones también tendrá
su recompensa. Ernaux es una guía inigualable que conduce a la
propia comprensión, al entendimiento de que es en el propio
interior, y no en la creación artificial, donde el escritor debe
buscar si quiere llegar a alcanzar una escritura honrada y profunda.
También el lector saldrá beneficiado al verse capacitado para
penetrar de una manera más incisiva y completa en el mundo de
Ernaux.
Frédéric-Yves
Jeannet, novelista él mismo, confiesa estar estilísticamente en un
universo totalmente diferente al de Ernaux, lo que no impide que se
sienta fascinado por su pureza y los logros que la han llevado a
convertirse en un referente indiscutible, pese a que en nuestro país
parezca que nadie quiera enterarse. Aunque es poco probable,
esperemos que L'ecriture comme un couteau acabe por se
traducido y que ya no haya excusas para permanecer en la inopia.
Editorial
Folio
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