martes, 23 de septiembre de 2014

En la orilla, de Rafael Chirbes


Hay libros que todos nos sabemos, pero que alguien tiene que escribir. Durante la lectura incluso tenemos la sensación de que su valor crecerá con el tiempo, que quizá estemos demasiado pegados a lo que se narra para apreciarlo en todo su alcance. Testimonios de una época que permanecerán como el retrato de una sociedad en declive. Así nos verán en el futuro. En estos casos, el autor, por muy personal que sea, se transforma en una especie de médium, el instrumento elegido por el espíritu del tiempo para que deje constancia de lo que está pasando.

Y pese a esta sensación de que estamos ante noticias del periódico de ayer, Rafael Chirbes consigue sorprender. En lugar de utilizar un naturalismo meramente descriptivo, en En la orilla Chirbes hace uso de un estilo casi alucinado, como si lo que estuviera contando su protagonista fuera una pesadilla. No hay linealidad, ni desarrollo de personajes. Se trata de una visión deformada, como si el narrador estuviera agonizando y lo que cuenta fueran los restos del naufragio.




En este sentido, aunque Chirbes proclama su admiración por Galdós, se situaría más cerca de un autor como Faulkner. Sus propuestas estilísticas son complejas, espantan al lector pasivo. Se trata de largos monólogos interiores sin posibilidad de escape, una deriva continua que manifiesta a través de la forma una decadencia moral. No hay espacio para relajarse, para tan siquiera atisbar alguna vía de esperanza. Desde luego, aquí no se encontrarán brotes verdes.

Para explicar este presente, Chirbes tiene que mirar hacia el pasado. Por supuesto no faltan las referencias a la Guerra Civil, y también la transición tiene su peso, más que simbólico. También el espacio elegido tiene su importancia. Aunque la intención de Chirbes sea más amplia, Valencia se ha convertido en un lugar que refleja todo lo peor que le ha sucedido a este país en los últimos años, y aquí nos encontramos con un paisaje que es el de la derrota, el final del camino.

Editorial Anagrama

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