El
choque aturdidor que se experimenta al leer La pasión de Enrique Lynch y Necrofucker no viene solo de la descripción de un mundo
salvaje en el que la violencia y la muerte están a la vuelta de cada
página, sino que es el mismo lenguaje utilizado por Richard Parra el
causante de las convulsiones que sacuden al lector hasta dejarlo
grogui. Nada de retórica, sino estilo directo, derechazos que
golpean en la sien. Ni asomo de barroquismo, frases limpias que sin
embargo no hablan precisamente de una despejada mañana de primavera.
Un acoso constante que lleva hasta las cuerdas para allí dar el
gancho definitivo.
El
lector español también se encuentra con la extrañeza de estar ante
un texto que parece escrito en un idioma que conoce, pero que no
domina por completo. Las dos historias de Parra están repletas de
peruanismos, y en Necrofucker además nos encontramos con multitud de
referencias al mundo metalero y juvenil. Pero en lugar de distanciar,
lo que se transmite es una vivacidad euforizante, un colorido que
enriquece la narración y nos descubre un nuevo mundo de sugerencias.
Se trata de un estilo expresionista, en el que hay que estar atento a
cada palabra, buscar la interpretación más adecuada.
La
pasión de Enrique Lynch, al estar situada en el siglo XIX, puede
parecer más clásica, pero incluye un juego de perspectivas y
tiempos narrativos nada complaciente. Es admirable como toda la
historia mantiene un mismo tono reconocible, y a la vez cada
fragmento, contado desde una perspectiva diferente, propone una
visión personal, identificable. La cantidad de matices, puntos de
vista, resoluciones, hace de este relato de menos de 80 páginas un
compendio de esas historias épicas que es más común identificar
con novelas monumentales .
Necrofucker,
la historia de un grupo de amigos aficionados al heavy en los años
80, es todavía mejor. La fascinación que provoca este relato de
amor y violencia, de sueños y pesadillas, va más allá del
virtuosismo formal que Parra despliega con gran habilidad. Porque no
se trata solo de una demostración de talento expresivo, sino que en
la historia se percibe todo lo que hay de verdad, de vivido en esta
brutalidad que se percibe como lo más natural del mundo. La
fidelidad, la insensatez, la cobardía y el horror se mezclan para
formar una aterradora nouvelle de aprendizaje.
Editorial
Demipage
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