martes, 1 de julio de 2014

La obra de François Rabelais, de Mijail Bajtin


A lo largo del tiempo la creación de François Rabelais ha sido valorada de muy diferentes maneras, partiendo del extraordinario éxito popular del que disfrutó desde su publicación hasta su encumbramiento en el siglo XIX (cuando Victor Hugo la situó a la altura de Shakespeare y Cervantes), lugar que ya no ha abandonado. Pero los libros de Rabelais también han pasando por épocas en las que se los consideraba groseros y de mal gusto, recelos que de igual manera han pervivido hasta la actualidad en la apreciación de algunos lectores.

Mijail Bajtin, extraordinario erudito que dotaba a sus estudios de un fundamento teórico tan sugerente como exhaustivo era su conocimiento documental, ya desde el título completo de su libro, La obra de François Rabelais y la cultura popular en la Edad Media en el Renacimiento, señala el marco de sus ambiciones. Porque no se trata de un estudio literario, o al menos tan solo de eso, sino de una investigación mucho más amplia que busca situar la obra de Rabelais en su contexto histórico y cultural, lo que nos permitirá hacer una interpretación ajustada y completa de unos libros a menudo malinterpretados.




A partir de la descripción detallada de las más extendidas fiestas, ritos y celebraciones de ese punto de inflexión para la historia de la cultura en Occidente que fue el paso del siglo XV al XVI, el tránsito entre la Edad Media y la Edad Moderna, de una cultura que se había mantenido durante mil años a un Renacimiento que buscaba el retorno a la Antigüedad, Bajtin alumbra los orígenes esquivos de una obra que ahora cobra pleno significado. En los años de la publicación de la obra de Rabelais se estaba produciendo un cambio completo de paradigmas en el que, por ejemplo, el sentido de la risa o de lo cómico se trastocó para siempre. Y si no se tiene esto en cuenta, Gargantúa y Pantagruel se convierten en un despropósito como salido de otro planeta.

Hay dos puntos a los que Bajtin reserva una especial relevancia: lo grotesco y el carnaval. El concepto de “grotesco” es algo que todo el mundo cree reconocer, pero que es difícil de describir, lo que ha llevado a que su definición haya variado a lo largo del tiempo. Pero si alguien quiere saber realmente en lo que consiste, la pista es sencilla: que lea a Rabelais. En cuanto al carnaval, hoy en día puede ser difícil concebir lo que suponía en la Edad Media, una fiesta realmente popular que podía extenderse durante dos meses cada año, y en la que todo se volvía del revés, los valores se invertían y la diversión reinaba. Queda claro, pues, a qué mundo pertenecían Gargantúa, Pantagruel y todos los personajes del universo rabelesiano.

Editorial Gallimard
Traducción de Andrée Robel
Edición en castellano de Alianza Editorial

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