Es
raro encontrar un libro de cuentos en el que cada relato sea
totalmente diferente y al mismo tiempo la voz de la autora sea tan
reconocible. En Leche nos encontramos con todo tipo de narraciones,
desde el casi periodístico Little Boy que abre el la colección,
pasando por el delirante y melancólico Las islas, hasta el
profundamente perturbador Leche, que permanece como un incordio
mental mucho después de que se haya cerrado el libro.
En
este camino sembrado de minas por Marina Perezagua nos encontramos
con historias fantásticas, humorísticas o de puro terror, pero en
todas ellas detectamos un estilo, una manera de escribir que combina
la ligereza de la buena contadora de cuentos con la profundidad
inquietante de una autora con personalidad. Cada relato parece un
paso más hacia la enajenación, pero se trata de una locura tan
cotidiana y reconocible que su insania se multiplica y llega de una
manera más directa.
A
menudo las contradicciones se producen en un mismo relato, cuando el
lector no puede evitar reírse, pero a la vez siente un escalofrío.
Hay desconcierto, inseguridad, un perpetuo estado de sorpresa y
de no saber qué espera a la vuelta de la página. A veces se produce
un profundo sentimiento de desagrado y hay que esforzarse para
continuar la lectura, aunque en el fondo sabemos que no vamos a poder
resistirnos, hay algo de placer perverso que ahonda todavía más en
este sentimiento de atracción morbosa.
Esta
claro que hay virtuosismo en la escritura de Perezagua, como
demuestra por ejemplo en La tempestad, y también que tiene muy
presentes a sus referentes, como en Mio Tauro, pero es de igual
manera evidente que no le preocupa complacer al lector, al contrario,
parece buscar su rechazo instintivo, y que la originalidad de sus
planteamientos desborda la tradición del género. Por eso Leche es
adictiva en la misma medida que repulsiva, por eso es algo diferente
sin ser experimental. Por eso es un libro difícil de recomendar pero
que ningún aficionado a los cuentos debería perderse.
Editorial
Los libros del lince
No hay comentarios:
Publicar un comentario